El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es un trastorno endocrino, es el más común entre las mujeres. Es una afección en la que los ovarios producen una cantidad anormal de andrógenos, que son hormonas sexuales masculinas, pero también suelen estar presentes en las mujeres en pequeñas cantidades. El nombre síndrome de ovario poliquístico describe los numerosos quistes pequeños (sacos llenos de líquido) que se forman en los ovarios. Sin embargo, algunas mujeres con este trastorno no tienen quistes, mientras que algunas mujeres sin el trastorno desarrollan quistes.
El proceso de ovulación se da cuando el óvulo maduro es liberado de uno de los ovarios para que sea fecundado. Al no suceder la fecundación, el óvulo es expulsado, dando inicio al período menstrual. Cuando la mujer no produce las hormonas suficientes y necesarias para apoyar este proceso, la ovulación no se produce y se pueden desarrollar los quistes.
No existe una causa clara y exacta para el SOP, sin embargo, podemos mencionar algunas condiciones que facilitan el desarrollo de este síndrome, tales como: la resistencia a la insulina (el cuerpo no usa bien la insulina, causando altos niveles de andrógenos); el sobrepeso; la obesidad; la inflamación y la inactividad física; también, factores ambientales y factores genéticos (es más probable padecer de este síndrome si la madre o hermana lo tienen).
Esta afección tiene consecuencias de gran alcance que afectan todos los aspectos de la vida de una mujer, incluida su salud reproductiva, mental, cardiovascular y metabólica. Este síndrome afecta del 5-10% de las mujeres en edad reproductiva y aproximadamente, 1 de cada 10 mujeres lo enfrenta antes de la menopausia.
El síndrome de ovario poliquístico se ha caracterizado por una variedad de síntomas y características clínicas, que incluyen irregularidades menstruales, como la duración del ciclo >35 días, períodos perdidos, períodos irregulares o períodos muy ligeros. Ovarios que son grandes o tienen muchos quistes. Exceso de vello corporal, incluidos el pecho, el estómago y la espalda (hirsutismo). Aumento de peso, especialmente alrededor del vientre (abdomen). Acné o piel grasa; calvicie de patrón masculino o adelgazamiento del cabello. Además, de la esterilidad; también se pueden presentar pequeños trozos de exceso de piel en el cuello o las axilas (etiquetas en la piel); manchas de piel oscuras o gruesas en la parte posterior del cuello, en las axilas y debajo de los senos. Estos síntomas generalmente comienzan durante la pubertad y empeoran con el tiempo.
El SOP se encuentra entre las afecciones que no se pueden diagnosticar directamente con pruebas de diagnóstico básicas, incluidos análisis de sangre, cultivos o biopsias. Sin embargo, estas pueden ayudar para evaluar algunos indicadores como las hormonas, el tamaño de los ovarios o la presencia de quistes.
Una acción clave en el diagnóstico, es considerar el historial médico anterior, los cambios de peso y los síntomas de resistencia a la insulina, el examen pélvico, una ecografía transvaginal y la medición del nivel de hormonas se encuentran entre las investigaciones recomendadas con más frecuencia.
Para manejar esta condición, el paso más importante es perder al menos el 5% del peso; por lo tanto, se les recomienda a todas las mujeres con SOP tener un plan de alimentación balanceado rico en fibra, bajo en grasas y carbohidratos, además de ejercicio físico regular.
El tratamiento del SOP debe adaptarse a las necesidades específicas de cada paciente; los objetivos de la terapia incluyen principalmente mejorar los síntomas hiperandrogénicos (producción elevada de andrógenos), inducir la ovulación y regular la menstruación, esto en ocasiones requiere de la intervención a través de medicamentos para prevenir las complicaciones cardiacas y metabólicas por lo tanto, debe realizarse de forma multidisciplinar para minimizar los riesgos a largo plazo del síndrome.
El SOP, puede ser diagnosticado desde edades tempranas, por esto es necesario cuidar bien de la salud femenina, desde la pubertad. Para la prevención del síndrome de ovario poliquístico es necesaria la modificación del estilo de vida, iniciando con mantener una alimentación saludable, realizar actividad física mínimo 150 minutos a la semana, esto ayuda a mantener el peso y los niveles hormonales saludables.
Es importante mencionar la prevención, pues padecer de SOP aumenta el riesgo de complicaciones adicionales como enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, síndrome metabólico, depresión y ansiedad. Y en las mujeres embarazadas con obesidad, se aumenta el riesgo de complicaciones como diabetes gestacional, parto prematuro y preeclampsia.
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